La pintura electrostática o pintura en polvo, es un tipo de recubrimiento que se aplica como en polvo, que suele ser utilizado para crear un acabado duro que es más resistente que la pintura convencional. El proceso se lleva a cabo en instalaciones equipadas que proporcionen un horno de curado, cabinas para la aplicación con pistolas electrostáticas donde se cubren con la pintura en polvo.
Se consiguen excelentes resultados tanto en términos de acabado y sellado hermético. En la industria manufacturera se encuentra una amplia aplicación, de hecho, desde un punto de vista cualitativo, es más fácil de aplicar, y desde un punto de vista ecológico, no crea ningún problema para los operadores y el medio ambiente.
Se puede aplicar a los siguientes materiales tales como el acero, aluminio y metales galvanizados.
EL PROCESO:
Previo al pintado realizamos los siguientes procesos que componen el tratamiento químico que asegura una adherencia y resistencia óptima, se realiza en 5 cubas de amplia capacidad y con productos de primera calidad: desengrase alcalino, enjuague, fostatizado de zinc, enjuague y pasivado. Luego se pintan y se hornean las piezas a temperaturas y tiempos adecuados a cada calidad de pintura. Al pintar las partículas de polvo forman una nube electrostática que es atraída por el material mediante el efecto magnético. El proceso culmina cuando el trabajo es sometido a un horneado sobre los 200º centígrados, durante aproximadamente 15 minutos.
A diferencia de las pinturas convencionales, este tipo de pintura posee varias ventajas: